Hay adopciones y adopciones. Y aunque celebramos todas y nos alegramos por nuestros peques siempre, cuando le llega el turno a un veterano, PPp y con leishmania (motivos por los cuales puede pasar años y años sin ser adoptado), la alegría, la emoción y la gratitud es mayúscula.
Y está ocasión el premio gordo se lo ha llevado nuestra querida Selma. Ella ha dejado huella en SPASAV, y es que partía el alma ver cómo días tras día ella seguía siendo invisible, cumpliendo condena por su raza, por su edad, por su salud…
Pero ha llegado su hora. Han aparecido sus ángeles para demostrarle que al otro lado de las rejas hay una vida maravillosa que ella va a poder disfrutar, y que de hecho, ya lo está haciendo desde hace algunos días.

Pilar y familia, no podemos estar más felices por Selma, y más agradecidos al gran gesto de generosidad que habéis tenido con ella. Ojalá hubiera más gente dispuesta a ayudar simplemente a quien más lo necesita.

Se nos saltan las lágrimas cada vez que vemos las imágenes de su nueva vida.

GRACIAS, y mil veces GRACIAS.